The Good Heart trailer from zik zak on Vimeo.
Hace unos días vi la película The Good Heart, del director Dagur Kàri, que une los destinos de dos fracasados de la vida: Lucas, un homeless que ha intentado suicidarse, y Jacques, un propietario de un bar que ha sufrido un ataque al corazón. Ambos coinciden en un hospital y traban cierta amistad. Será entonces cuando Jacques le ofrezca a Lucas un empleo en su pub y un sitio donde dormir en una de las habitaciones que se encuentran dentro del establecimiento. Durante sus trabajos, habrá ciertos problemas provocadas por la principal diferencia que existe entre ambos: Lucas confía en todo el mundo y Jacques no cree en casi nadie.
Esta historia de personajes contrapuestos en un cuento sobre la amistad y la bondad que sólo puede terminar con un suceso casi milagroso. En esta oportunidad quiero hablarles de la frase “dar para recibir”. Una frase cotidiana que muchos dicen pero pocos realizamos.
“Dar para recibir” no es solo dar amor a nuestro seres queridos, también debemos ayudar a nuestro alrededor, a esas personas que realmente necesitan tu ayuda. He visto momentos en que las personas se alejan de esos seres que realmente necesitan apoyo y compañía. Lo que hacen es dar excusas para zafarse y dar la espalda.
En The Good Herat, me hizo pensar en la filosofía Kármica, que es en nuestra vida repetir a menudo los mismos errores, cayendo una y otra vez en las mismas adicciones y compulsiones, provocando los mismos resultados lamentables o catastróficos, hasta que conseguimos pararlos y solucionarlos.
Aunque la cultura occidental nos lleva a buscar afuera, a investigar, experimentar, razonar o a especular, mientras que los orientales buscan y practican infinidades de técnicas para alcanzar la iluminación. Creo que todos podemos hacer que la filosofía Kármica pueda ser positiva ya que todo lo bien que hagas también será para ti. De eso trata la popular frase. Esa es la gran lección que nos enseña el karma.
A Jacques la frase “dar para recibir” le resulto milagrosa. Por eso hay que dar por el placer de dar. Realizar acciones bondadosas y desinteresadas. Únete a una misión filantrópica.
¿Por qué no ayudar a un indigente como lo hizo Jacques? Tal vez no podamos confiar por la inseguridad que vive nuestro país. Pero podemos dar otro tipo de ayuda, como donar nuestra ropa vieja, regalar algo de dinero o comprarle el desayuno.
Seguro el destino te lo compensara. Has del Karma algo positivo.