viernes, 18 de abril de 2008

Bad boy nene, Bad boy


Se acuerdan del grupo fashionista que marco pauta en los 90`s y principios del milenio, que era liderado por Shirley Manson–esta misma se convirtió en una de mis tantas musas- les hablo de grupo irlandés Garbage. Hay una canción de uno de sus disco que me gustaba mucho pero no recuerdo el nombre. Decía así…

I wanna hear you call out my name/
I wanna see you burn up in flames/
Keep you on ice so I can show all my friends/
C`mon baby be my bad boyfriend/


¡Vamos nene, se mi novio malo!
Siempre me he preguntado por que las chicas tienen esa obsesión por los chicos rudos, por los novios malos. Por que se sienten atraídas hacia hombres con uniformes, militares, tipos mas altos que ellas, que las aplastan bajo su peso, que las maltratan verbalmente y a veces un poco mas, que las hacen sentir inferior, que delante de sus amigos la hagan quedar como una imbecil, que nunca les hacen un regalo ¿ donde esta lo bello? , ¿Lo excitante?

Gran parte del machismo surge, por que, gran parte de las mujeres son machistas. Les gusta hablar de la igualdad de géneros, pero siempre quieren salir con un tipo malo a quien plancharle las camisas. Hace unos meses mi amiga Martha, se burlaba de un chico que le mando un video en donde el tocaba la guitarra y cantaba una canción dedicada a ella. Era una buena canción… era un video casero de un chico delgado y tembloroso, escudado por su guitarra, cantando al amor. Nada más lejano de un tipo rudo. Cuando me mostró el video me dio rabia por que lo único que ella hacia era burlarse. No podía entender lo que me pasaba… ella que con mucha frecuencia dice que nosotros los hombres somos unas mierda. Por eso cada día me convenzo mas de que todas quieren un Bad boy. Las chicas se burlan de hombres que mandan chocolates, que dedican canciones, que abren las puertas, que mandan flores. Dicen que odian las cursilerías –bueno, algunos se pasan de cursis, es verdad- y, entonces salen con tipos rudos que parecen no saber lo que son flores, chocolates, caricias, bolsos, perfumes y diamantes. ¿Quién las entiende?

Admito que odio el feminismo y el machismo. Admito que me gusta dar regalos –pero ahora no tengo a quien- i-D

Ahora dime si te gustan los machos bocas sucias, rudos y corpulentos que adoran golpear a sus nenas. Si, dije NENAS, por que no piensen que estos andan con una sola.


Julio C. Castellanos Q.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

OK! Pero es que Pete Doherty, es Pete Doherty!!! A MI PARECER los chicos malos, son mas sexy´s por su aspecto de "no me importa si soy lindo o no, o lo que digas de mi" eso a mi pareces es sexy...

Unknown dijo...

La verdad a mi no me gustan "los chicos malos", sólo para verlos... aunque algunas veces descubrimos que esos chicos no son tan así como los pintan, no permito que alguien me trate mal ni mucho menos. Se que hay niñas a las que les gusta eso pero no puedo opinar porque.

Ahh claro tampoco me gustan tontos! ni mucho menos empalagosos, eso tampoco lo aguanto.

mariie dijo...

A mí me gustan mucho los chicos malos, o más bien los que dan el aspecto de. Los que cuando los ves por la calle decís "a éste tipo no le importa nada". En realidad, son mejores los que dan el aspecto nada más, así también pueden ser muy cuidadosos con la relación y tampoco ser tan desconsiderados. Suerte, besitos!

Julce dijo...

thank`s por los comment i-D

israel yo se que pete es pete, pero coloque su foto por que el es la imagen adecuada para el post y quien mejor que pete?

Anónimo dijo...

Recitaré a Gwen Stefani en Bathwater: "Why all the good girls always want the bad boys?"

Yo no tengo la respuesta, porque ni ellas la tienen, pero creo que es porque le aportan ese something extra que le da emoción a la vida dulce y perfectamente calculada de las mujeres. Son como el ticket a la montaña rusa.

Ahí tienes a Charlotte (Sex and the City), ella pasó la vida buscando al hombre perfecto y a la final se volvió loca de amor por un chico malo y con el fue felíz.

I rather bad boys hahaha... siempre y cuando se disfracen de good boys!

Saludos,

Luchi*cha